Translate

jueves, 15 de mayo de 2014

Una ceremonia hacia el alma

Dialogo con Miguel Kavlin
por Andrea Pinto



Al encontrarlo el 15 de junio en un spa de Sopocachi, estaba vestido de negro, con chamarra de cuero, pelo largo, barba larga choca, de piel blanca; el imaginario de chaman que me llevaron los textos de antropología tenían otro tipo de características. Había podido leer una breve biografía suya por internet, dándome un bosquejo de su imagen, pero aun así lo pensé de otra manera, al encontrarlo me dio confianza, me identifiqué con él, urbano al igual que mi persona.

Me hizo esperar en un aula de gimnasio, al parecer daría una charla en ese mismo lugar unos minutos después de nuestra entrevista. Él acomodó las sillas para que nos sentáramos, me invitó agua y se sentó frente mío. Afirmo sus piernas al piso y apoyó las manos en las rodillas; su chaleco llevaba un logo de una institución sobre chamanismo; muchas veces se agarró la barba mientras hablaba, me pareció una persona muy abierta y humilde, con mucho carisma; yo llevaba un cuadro y comentó sobre él, fue muy amable y me hizo sentir bienvenida.

Al empezar la charla le pregunte si podía grabarlo y aceptó. Preguntó si había conseguido algo acerca del uso tradicional del San Pedro; le respondí que pregunte a los kallawayas sobre su uso, lo usan para llamar el ajayu; lo toman en un mate, con muy poca cantidad de San Pedro, pero de otra forma no mencionaron su uso. Me dijo que no me dirían que lo toman por aquí.

Entonces le explique de qué se trataba mi tesis:

Andrea: Estoy haciendo mi tesis sobre la manifestación de lo sagrado de jóvenes que comen el San Pedro en la ciudad de La Paz. Teóricamente Fericgla, un antropólogo que ha trabajado mucho sobre chamanismo y con los Shuar, escribe que esta sociedad occidental urbana, se ha desprendido mucho de lo sacro, de lo sagrado. Sin embargo he podido hablar y entrevistar a 40 jóvenes y haciendo la sistematización de mis datos, para el 93% de los jóvenes es sagrada la planta, y generan sus propios rituales. Entonces he utilizado el concepto de Mircea Eliade, investigador rumano, la manifestación de lo sagrado (hierofanía)[1], relacionándolo mucho con esa parte del San Pedro como sujeto con sabiduría[2]; y de Eduardo Luna, investigador del chamanismo de la amazonia del Perú, he querido rescatar el concepto de las plantas maestras, esa parte en la que el San Pedro va a ENSEÑAR en cualquier ámbito… ¿usted qué opina de eso?

Miguel: ¿tú lo has tomado?

A: yo probé muy poco, porque le tengo mucho respeto. Usted me ha dicho que este fin de semana va a hacer una ceremonia, eso sí quisiera probar, ¿se puede?

M: si una ceremonia si, por lo menos la primera vez es apropiado.

A: yo quería que me cuente usted cómo analiza la parte del uso del San Pedro en los jóvenes…

M: ya, te puedo explicar un poco de cómo creo funciona el San Pedro y que es. Porque yo he estudiado con varias tradiciones norteamericanas, con el uso tradicional de la ayahuasca en la selva peruana; pero el San Pedro ha sido algo que he tomado y desarrollado individualmente, no he tenido un maestro para el San Pedro específicamente, pero sí para las tradiciones andinas más de los amautas y demás. Así como lo veo el San Pedro… ES un ser sagrado, o sea definitivamente hay una inteligencia y benevolencia. Pero así ha sido para mí, o sea, lo que sucede es que… como cualquier planta de poder, te rompe las barreras del subconsciente y te hace además muy permeable, tanto al subconsciente como al superconsciente.

Todas las inteligencias y presencias que puedan estar flotando alrededor… por lo que a veces puede ser peligroso para algunas personas. Porque si no están preparadas de alguna manera, la gente se asusta, pueden presentar manifestaciones de algunos seres con los que no saben cómo lidiar. Pero bueno, sobre todo así como siempre lo he sentido yo, es benevolente, inteligente y poderoso, y entra dentro nuestro para ayudar a liberar justamente las trabas que nos impiden ser lo divinos que podemos ser, que nos impiden ser armónicos y capaces de vivir en armonía, entender, entendernos a nosotros mismos, entender nuestro entorno, relacionarnos con nosotros mismos, INTEGRAR nuestras muchas partes, e integrarnos con la diversidad de seres que lo habitan.

Como es inteligente, elige qué va a trabajar dentro de cada persona, en cada momento ¿no?, a veces uno viene y cree: yo quiero tratar tal tema y se va totalmente por otro, en ese sentido es inteligente también depende del momento de la vida de la persona de muchas cosas, y nos ayuda a liberarlo. En este sentido es muy parecido a la ayahuasca pero al mismo tiempo es muy diferente… nos ayuda a liberarlo y para liberarlo tenemos que dejar que esos sentimiento afloren.

Normalmente esas cosas que llevamos trabadas dentro nuestro, están trabadas porque no las hemos podido integrar en nuestro ser consciente; entonces viven como represiones, como traumas, como toxinas, como muchas cosas y entonces eso se lo trabaja, por lo tanto es incómodo, difícil y mucha gente se asusta, o tiene dolores, o tiene nauseas, asco, vergüenza, rabia, aflora todas las cosas que están adentro, y eso puede llevar a vomitar que es bastante normal y normalmente a medida que va pasando el proceso y después de vomitar uno con suerte encuentra paz, una enseñanza, lo que fuere una integración; para algunos no, algunos sufren toda la noche, y bueno ya después pasa, tienen que estar más livianos de cualquier manera al descargarse de ese peso, pero…. como con todas las plantas de poder, una cosa es la inteligencia del San Pedro mismo, pero el San Pedro… además de su propia inteligencia, fuerza y benevolencia es como un medio que nos abre.

A: me puedes explicar más esto último, a qué te refieres con que es un medio que nos abre.

M: Un medio, una potencialidad que nos abre y ahí es donde nos abre a qué, por eso es el ritual, el entorno, todo eso, la protección, lo que fuera, es importante porque ahí ya se activa todas las fuerzas del universo, lo ideal simplemente es que no se lo tome como una evasión, como una fiesta, como una jarana, como un escape, si no realmente hacer una invocación, un rezo ¿no? para que sea una ceremonia sagrada.

Con el San Pedro la vibración nos sube muchísimo. La vibración de todo nuestro ser y de nuestra conciencia, entonces podemos interactuar con todo tipo de seres, verdades, misterios...

No hay ningún objeto que no vibre, todos vibramos, y obviamente hay vibraciones más densas y menos densas. La purificación se trata de llevarnos de lo más denso a lo menos denso; cuanto menos denso somos más alto vibramos y cuando más alto vibramos podemos atravesar paredes o conectarnos, todo depende de la energía en la que estamos, o podemos recibir información. Cuando estamos muy densos estamos totalmente cerrados a otros niveles vibratorios que tienen otro tipo enseñanzas y conocimientos.

Con esto se puede manifestar todo tipo de enseñanza, normalmente decimos que tiene dos lados, el de la purificación, que es lo que te mencionaba: el que aflora las cosas interiores, uno trabaja sus temas los vomita, los sufre, los transmuta, la medicina te ayuda y te enseña a transmutarlo ya sea entregando a la tierra, quemándolo con el fuego, ya sea con la respiración, bueno cada uno encuentra su manera y la medicina nos ayuda a encontrar la manera. Pero por el otro lado, y como te digo algunas personas durante la ceremonia se pueden quedar en el aspecto de la purificación y sufrimiento, pero algunas personas, o aquellas que han tomado más veces, desde la primera vez el San Pedro les puede pues brindar regalos, y esos regalos van por cualquier lado, pueden ser la infinitud de las posibilidades del misterio del universo, cualquier cosa: ancestros, enseñanzas, visiones, sentimientos, conexiones divinas, conexiones con culturas, vidas pasadas, puede ser maravilloso e increíble

A: ¿Cómo ha armado usted la ceremonia?

M: Como te dije yo empecé con el San Pedro sin maestro, entonces empecé haciendo peregrinajes, pero ya tenía varios contextos rituales, la danza salió de una unión de un ritual que yo había aprendido con mi maestro de tradición nativa norteamericana que es la danza larga donde se pintan banderas, lo que uno pinta: lo que quiere dejar atrás en su vida, lo que quiere llamar a su vida y sus plegarías para otras personas; y eso se cuelga en un círculo afuera. Se baila toda la noche, mitad de la noche en una dirección y la otra mitad en otra dirección.

Es una noche, de anochecer a amanecer. Se trabaja la mitad de la noche la purificación entonces con una espiral descendente, para que la madre tierra, y su fuego interior llegue a purificarnos. La otra mitad en una espiral ascendente para recibir bendiciones y mandar bendiciones; entonces es un trabajo que se hace no solo para nuestro bien, sino para el bien de la sociedad, de la naturaleza, de las comunidades, de las familias del mundo entero…

A: y como a determinado el lugar, ¿dónde es?

M: a bueno, nosotros tenemos un centro ceremonial en las ánimas, y eso fue determinado porque una vez, cuando todavía no conocía el San Pedro y estaba con los honguitos, (ríe), trepando por las animas en un equinoccio tuve una revelación, una cosa muy bonita, y eso me rebelo que era claro que ahí tenía que echar raíces, entonces se fue dando, conocimos el lugar ya hace más de quince o diecisiete años y poco a poco ya estamos…

A: ¿diecisiete años ya? Qué lindo

M: si, La Danza larga misma la estamos haciendo hace unos doce años, trece años, algo así y la hago en todas partes del mundo también. Con el San Pedro hago tres cosas: hago una ceremonia sentados adentro, poco mas similar al formato de la ayahuasca: sentados, adentro, con fuego, altares y demás, pero contenido. Luego la danza donde se procura estar en movimiento toda la noche, porque esas intenciones que has puesto en tus banderas las ponemos en movimiento mediante nuestro esfuerzo y nuestra intención bailando toda la noche; y por ultimo en peregrinajes, vamos a lugares sagrados y caminamos porque el San Pedro a pesar de que te marea muchísimo normalmente nos deja caminar, nos da fuerza para caminar.

A: ¿y qué opina de los jóvenes que usan el San Pedro sin ceremonia alguna, con sus propios rituales?

M: es como te he dicho: hacerlo por escape, hacerlo por curiosidad, bueno todos empezamos medio por escape, medio por curiosidad, ni vuelta que darle ¿no?, pero algunos tenemos más suerte que otros; algunos tenemos espíritus más fuertes que otros, y como te digo puede ser peligroso porque te abres a todo, te abres a lo interno y te abres a lo externo y a veces no puedes lidiar con ello. Hay algunos que pueden empezar así y efectivamente ir aprendiendo y todo lo demás, y seguir un buen camino. Hay muchos que se pierden; en el camino económico es muy fácil perderse por la sed de PODER, porque te hace sentir muy poderoso, te puede hacer sentir muy poderoso.

Una de las definiciones de la brujería en la mayoría de las tribus es: el que trabaja solo, hace todo medio a escondidas, y a fin de cuentas uno tiene que decidir para que lo está haciendo; uno puede aprender que esa parte ya lo ha solventado, que no se ha traumado, no se ha hecho bolsa, no se ha quedado raro, y digamos ha tenido algunas enseñanzas pero de cualquier manera en algún momento uno tiene que saber para qué son: Si son para servir a otros o para dominar a otros, o son para sentirse poderoso, o son para enriquecerse o para que pueden ser… entonces eso desde temprano uno tiene que decidir.

Lo lindo de los rituales especialmente que hacemos, uno es que hay una tradición, o sea, hay todo un conocimiento de las canciones, de ciertas prácticas que nos ayudan, y además de una cierta trayectoria de ir recolectando fuerzas para crear un espacio seguro para los que participan. Pero aparte de lo que pudiera brindar la ceremonia, el hacer algo en grupo con una intención y conexión CLARA puede ser muy fuerte, muy poderoso y positivo tanto para el participante como para las familias, la tierra, el espacio, otros seres. Puede tener repercusiones. Es una oportunidad de hacer en una noche un trabajo.

Hay personas que vienen, no por decir nada malo de la psicología, pero hay personas que vienen y dicen: “he estado 20 años en terapia y en una noche me he librado de ese problema”; porque claro, trabaja mucho más allá del consciente y es pues un trabajo muy DURO. Hay gente que dice que tomar medicinas de plantas de poder es un atajo al camino espiritual, y la respuesta es: sí y no. Es un atajo simplemente porque es más rápido, pero no es un atajo en el hecho de decir que es más fácil o es cobarde, o es un escape, por el contrario hay que ser valiente, Si es más rápido es porque uno tiene que enfrentarse así mismo DESNUDO… o sea es tan fuerte la confrontación con uno mismo al romperse las barreras del subconsciente que se puede hacer mucho más trabajo. Uno puede encontrar dentro suyo traumas, que uno no está dispuesto a mirar, o porque dependiendo las impurezas que uno tiene, atrae también, situaciones, o inteligencias o seres, porque existen seres, inteligencias externas que pueden relacionarse con eso, con lo que uno tiene: una vulnerabilidad, un vicio, un trauma, lo que fuera y puede uno causarse daño. Por eso justamente un ritual es bueno para empezar primero, en un lugar que te sientes protegido y donde tú puedas trabajar un poco y no tenerte que preocupar de eso; obviamente en medio del viaje uno puede sentir a veces que es muy DURO puedes sentir que te vas a morir, ver cosas feas, lo mismo que te pasaría tal vez solo, pero aquí la garantía es que vas a salir bien… (ríe), nunca nadie ha salido mal de las ceremonias que hemos hecho en cuanto a eso.

Entonces eso es una gran cosa, tomarlo solo es un riesgo. Yo he empezado tomándolo solo, pero digamos ya tenía enseñanza de otras plantas. Hay personas que son capaces de hacerlo, pero nuevamente esas personas tienen que tener mucho cuidado de no irse de “ese” lado. A mí me fue bien y tuve buenas experiencias; algunas también me asustaron; me sentí muy capaz, pero sabía que necesitaba el contenedor de una tradición, y los jóvenes a veces no lo tienen… o sea uno dice: la sabiduría esta y nos llega, eso es cierto… pero por otro lado… el mundo moderno experimenta con genéticas, con drogas, con drogas artificiales, naturales y mil y un cosas, pero hay sabidurías ancestrales, que sabemos que han funcionado por miles de años, por eso por ejemplo yo prefiero NO tomar químicos, que pueden ser psicoactivos, pero que no tiene esa ALMA, esa alma con lo que uno puede dialogar, y que han sido utilizadas. Yo digo que esa planta ha sido utilizada culturalmente por miles de años ¿no?, y conozco gente que la ha utilizado toda su vida y no está hecho un desastre. También puede ser buena para la salud. Es bueno con suerte aprender esas herramientas, recibir esos linajes, porque también hay enseñanzas por atrás, hay maestros, hay linajes, hay protecciones que son importantes cuando uno camina.

A: Me han comentado jóvenes que han realizado ceremonias contigo que se ha curado mucha gente de adicción de la cocaína… ¡me comentas más sobre eso?

M: Mira, uno puede curarse en cualquiera de las ceremonias, en cualquiera: de la ayahuasca, del San Pedro, de la danza que hacemos sin tomar nada, (pero sin comer ni tomar nada en cuatro días). Mucha gente se cura de muchas cosas, y no soy YO el que cura, unos pueden utilizar este camino para enorgullecerse y empoderarse, pero yo al menos he aprendido que nosotros no somos nada, si no es por la ayuda de la pachamama, del gran espíritu, de los espíritus que nos aplastan o nos levantan, y si uno cultiva una devoción, una relación de servicio, entonces digamos que es un CANAL para que esa energía ayude a los demás y se puedan dar esas cosas.


La Paz, Bolivia junio 2009


Bibliografía consultada:

Eliade M. (2011 [1951]) El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Madrid: Fondo de Cultura Economica.
Eliade M. (1994 [1957]) Lo sagrado y lo profano. Colombia: Editorial Labor
Fericgla J. Ma (1998) El chamanismo a revisión. De las vías extáticas de curación y adaptación al internet. Quito, Ecuador: Abya Yala
Narby Jeremy (1995) The cosmic Serpent DNA and origins of knowledge. Great Britain: Phoenix





[1] “Todo esta dicho en la hierofanía más elemental: la manifestación de lo sagrado en una “piedra” o en un “árbol” no es menos misteriosa ni menos digna que esa misma manifestación en un “dios”. El proceso de sacralización de la realidad es el mismo: sólo difiere la forma tomada por este proceso en la conciencia del hombre” (Eliade 2001 [1968]:14-15)
[2] “al manifestar lo sagrado, un objeto cualquiera se convierte en otra cosa sin dejar de ser él mismo, pues continúa participando del medio cósmico circundante. Una piedra sagrada sigue siendo una piedra; aparentemente (con más exactitud: desde un punto de vista profano) nada distingue de las demás piedras. Para quienes aquella piedra se revela como sagrada, su realidad inmediata se transmuta, por el contrario, en realidad sobrenatural (introducción de Saint Cloud 1956. Eliade M. (1994 [1957]): 15)”

No hay comentarios:

Publicar un comentario